Blog de Orientación personal-social dirigido a la formación de seres humanos plenos y autorrealizados...
lunes, 11 de noviembre de 2013
10 Consejos para combatir la Depresión
En ocasiones los seres humanos podemos sentirnos "tristes", e inclusive llegar a presentar "Depresion"... como ese es un estado emocional en el cual no es conveniente permanecer, acá comparto diez consejitos para superar esa incomoda inestabilidad:
viernes, 8 de noviembre de 2013
lunes, 4 de noviembre de 2013
Nunca te Detengas...
"El pan duro" por Ricardo Bulmez
Aquí les dejo una historia que me llegó y me hizo reflexionar, espero que los haga con ustedes también.
EL PAN DURO
"A un viejo amigo de mi infancia"
Conocí a Mr. Zûrcher durante los días de mi infancia coreana, era un veterano de la guerra mundial. Cuando yo era un niño él ya era una persona madura, cuando llegué a joven él pasó a ser un viejo; ahora que soy adulto, él ya murió después de pasar por anciano. Me dejó una gran enseñanza para la vida que nunca he olvidado y la quiero compartir contigo.
Mr. Zûrcher a consecuencia de la guerra había perdido todo, cuando regresó del frente se encontró con su finca convertida en un cuartel ruso, su esposa y sus hijos habían desaparecido, nunca supo si estaban vivos o muertos. Se quedó sin familia, sin propiedades y sin país porque la parte de Alemania donde él nació y vivió pasó a pertenecer a la Unión Soviética. Su pasaporte tenía un sello que decía "Apátrida", sin patria, perdió hasta la nacionalidad.
En una oportunidad, mis familiares y amigos estaban hablando con Mr. Zûrcher y condoliéndose por todo lo que le había sucedido. Fue entonces cuando dijo una frase que, según él, repetían los campesinos de sus tierras ante las calamidades: "Pan duro no es pan duro - repetía Mr. Zûrcher - pan duro no es pan duro, pan duro no es pan duro, ¡duro es no tener pan!". Este pensamiento me ha ayudado mucho en mis propios problemas desde que era adolescente, cada vez que paso por momentos malos me lo repito como una oración.
¿Verdad que muchas veces protestamos por las cosas que tenemos? Nos quejamos del trabajo, de la pareja, del país, de los amigos... ¡renegamos hasta de nuestra propia vida que es lo máximo que tenemos! Nos la pasamos lamentándonos por las cosas que nos suceden y por lo que tenemos sin darnos cuenta de que la grandeza está precisamente en eso por lo que nos quejamos.
- ¿De qué te quejas? , ¿por qué lloras?
- El pan que tengo está duro
- Mójalo en café con leche
- ¡No tengo café!
- Entonces . . . en leche.
- ¡Tampoco tengo!
- Mételo en agua, se te pondrá blandito y suavecito
- ¡No tengo agua!
- ¡¿Sabes una cosa?!
- ¡¿Qué?!
- ¡Mójalo con tu saliva que para eso es!
Pan duro no es pan duro,
pan duro no es pan duro,
pan duro no es pan duro,
¡duro es no tener pan!
El problema no es tu pareja, el verdadero problema es no tener a alguien en la vida con quién compartir, a quién amar y contra quién pelear. Muchos se queja de la esposa que lo espera en el balcón hasta que ellos lleguen a la hora que sea: "Allá está la desgraciada esa vigilándose", piensa. Ella no te vigila, te espera. Ojalá que siempre tengas a alguien a tu lado que esté pendiente de ti.
El trabajo no es duro ¡duro es no tener trabajo! . . . o pasar trabajo. Algunos se quejan del empleo o del oficio que tienen, más bien da gracias a Dios que lo tienes. Tu país no es malo, malo es no tenerlo. Nunca hables mal de tu patria, ni permitas que nadie lo haga.
Estando en una cafetería escuché a un señor de acento extranjero quejarse de Venezuela, decía que este país no servía para nada y que a él le había ido mal.
- ¿Cuántos años lleva usted en Venezuela? - le pregunté.
- Más de treinta años - dijo.
- Usted lleva treinta años aquí, ¿y dice que le ha ido mal?
- Sí, me ha ido mal, muy mal - me dijo.
- Mire señor, durante estos treinta años - le dije - usted ha respirado el aire de este país, ha caminado por sus calles, ha llorado y reído, ha comido, ¿usted se casó aquí? , ¿no? , ¿tiene hijos?
- Sí, tengo una esposa y cuatro hijos - me contestó dejando notar su acento.
- Qué bueno -contesté- usted formó toda una familia en esta tierra hermosa, tiene una casa propia o alquilada, vive aquí, trabaja aquí, tiene amigos aquí, ¿y usted dice que la ha ido mal? Mire señor, en estos treinta años mal les ha ido a los que han muerto y sin embargo, mal no les ha ido pues han pasado a otra vida. Pero usted está vivo todavía. Quien todavía sorba un buchito de café como usted lo está haciendo, no puede decir que la ido mal.
- La verdad es que no me ha ido tan mal del todo, ¡pero en algo sí, eh! -me contestó no quedando convencido por completo, de todos modos me brindó un "café guayoyo".
La vida no es dura, duro es no tenerla, duro es no vivir. No te quejes de la vida porque de las quejas nada se saca.
Muchos se avergüenzan de su cuerpo:
- ¡Tengo la nariz fea! -me dijo una vez una muchacha, casi en depresión.
- Para ver -le dije-, yo no la veo fea sino un poco ancha, pero no fea. ¿Qué prefieres, esa nariz que tienes o un hueco en vez de ella?. Tu nariz no es fea, fea serías sino tuvieras nariz.
Pan duro no es pan duro, duro es no tener pan:
¡Esto sí es duro!
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